25 de octubre de 2014

Los Trastornos Alimenticios y su Tratamiento en Hospital de Día

Los TCA, la epidemia del siglo XXI

El trastorno alimentario se ha constituido como una verdadera epidemia en la actualidad. Según los Anales Españoles de Pediatría, constituyen la tercera enfermedad crónica de los adolescentes españoles desde hace más de 15 años, y las cifras de personas de todas las edades que padecen este tipo de enfermedad mental no dejan de aumentar. Los afectados y afectadas por estos trastornos suelen acudir a tratamiento en fases ya avanzadas de la enfermedad, por lo cual suele ser frecuente el ingreso en régimen de hospital de día. Los hospitales de día especializados en trastornos alimentarios combinan un amplio abanico de terapias, con la finalidad de abordar y tratar los trastornos alimentarios desde todas las áreas que han sido afectadas en la vida del individuo: Se trabaja con la persona individual y grupalmente, se reeducan sus hábitos de alimentación, se mejora la aceptación y comprensión del propio cuerpo, se implica a la familia en el proceso de curación y se prepara a la persona para su reintegración en la vida social, académica y laboral . Las enfermedades que más habitualmente se tratan en un hospital de día para trastornos alimentarios son la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón. También son objeto de tratamiento los trastornos alimentarios más recientemente aparecidos, como son la ortorexia o la vigorexia. Los niños que padecen obesidad infantil en un grado severo también se benefician de un tratamiento en régimen de hospital de día, donde se suele trabajar ampliamente la reeducación de hábitos alimentarios.
Hospital de Día Bulimia

Hospital de día su Tratamiento hospitalario

Hay varias ventajas a la hora de realizar un tratamiento en un hospital de día para trastornos alimenticios, en comparación con un tratamiento intrahospitalario en el cual el paciente permanece ingresado en el hospital las 24 horas del día los 7 días de la semana. En un tratamiento en régimen de hospital de día el paciente acude desde la mañana a la clínica y allí llevará a cabo una jornada de actividades terapéuticas diversas, finalizando por la tarde y retornando a su entono habitual. Este programa de terapias se desarrolla de lunes a viernes, todas las semanas, y se va reduciendo gradualmente conforme la paciente va mejorando. Lo habitual es que una persona acuda, por ejemplo, de 9 de la mañana a 6 de la tarde, con el fin de ir implicándose a lo largo del día en diferentes terapias y poder modificar hábitos alimentarios perniciosos y disfuncionales.  Al acabar la jornada terapéutica, la paciente puede continuar manteniendo el contacto con sus amistades, pareja, familia y, en general, con su entorno cotidiano. También puede continuar realizando sus estudios, prácticas laborales, formación y cualquier tipo de actividad que sea beneficiosa para el paciente y compatible con su tratamiento.  Así se van practicando y aplicando en la vida cotidiana las habilidades aprendidas y los cambios hacia la mejoría, los cuales la paciente ha ido trabajando a lo largo del día y de la semana en el hospital de día. Por el contrario, en un ingreso hospitalario en el cual la paciente está ingresada a tiempo completo, es decir, 24 horas al día durante todas las semanas que dura el ingreso, se produce una ruptura brusca con la red de relaciones de la persona, así como con sus actividades habituales. Por desgracia, es necesario en algunos casos en los que la gravedad del trastorno requiere una supervisión continuada por parte de un equipo clínico y una alimentación forzada y obligatoria. Estos casos se dan cuando el peso del paciente constituye un riesgo serio para su vida, no hay apoyo ni supervisión familiar hacia la persona en tratamiento o la gravedad de los trastornos mentales son extremas. En cualquier caso, la opción más recomendable para poder realizar cambios duraderos en la persona y en su entorno es siempre el ingreso en régimen de hospital de día, donde la paciente realiza un tratamiento intensivo adecuado para combatir su trastorno y puede ir aplicándolo y generalizándolo en su entorno habitual.

Hospital de día para el TCA

¿En qué consiste el tratamiento en un hospital de dia para el TCA? El TCA son las siglas del Trastorno de Conducta Alimentaria, y las terapias que mejor resultado dan para combatirlo son las que se llevan a cabo en un hospital de día, que esté especializado en este tipo de problemas. El TCA es siempre un trastorno mental, por lo que el tratamiento de los TCA incluye una combinación de terapias destinadas a modificar los pensamientos, emociones y conductas que son negativas para la paciente y para el resto de personas con las que trata. Es muy importante trabajar a nivel individual con la paciente, para que pueda expresar vivencias y malestares que son difíciles de comunicar a otras personas y que han de ser trabajados exhaustivamente, ya que tienen que ver con la enfermedad alimentaria. También es clave la terapia en grupo, la cual genera unos cambios muy productivos para la persona, ya que la paciente se ve reflejada e identificada con los problemas del resto de compañeros y se pueden trabajar aspectos de la persona con mayor facilidad incluso que en terapia individual. También es importante observar los hábitos alimentarios de la paciente e ir modificándolos hacia la salud, así como realizar un aprendizaje en técnicas corporales para poder controlar la ansiedad, mejorar la relación con el propio organismo, aceptar el propio peso y figura y lograr un equilibrio entre la mente y el cuerpo.
Hospital de Día Tca

Hospital de día para el Tcane

En un hospital de día especializado en trastornos alimentarios también se realiza tratamiento de los  Tcane , los cuales son Trastornos de Conducta Alimentaria No Especificados, es decir, que son una enfermedad de la conducta alimentaria que reúne síntomas de varios trastornos a la vez. Una paciente con este diagnóstico puede tener a la vez síntomas de anorexia, bulimia o trastorno por atracón, o quizá también de otros trastornos menos comunes como pueden ser la vigorexia o la ortorexia. El tratamiento de hospital de día para el Tcane consiste en una combinación de estrategias terapéuticas similar a la que se usa para tratar el resto de problemas alimentarios. Hay que trabajar mucho las emociones negativas de los pacientes, modificar pensamientos negativos, realizar un cambio de actitudes y conductas hacia la salud e incorporar hábitos alimentarios sanos. En estos casos es clave el trabajo de las resistencias que presenta el paciente al tratamiento, ya que son casos especialmente complicados al reunir a la vez rasgos de varios trastornos.
Hospital de Día Tcane

Hospital de día para el anorexia

El tratamiento en hospital de día para la anorexia se aborda desde varios frentes: Primeramente, es importante crear un buen vínculo con la paciente para poder ir trabajando a nivel emocional, que pueda expresar sus miedos, malestares y pensamientos negativos. Estos pensamientos y creencias negativas, que suelen estar relacionadas con el propio cuerpo, peso y dimensiones corporales, generan mucha angustia en la persona y aparecen casi las 24 horas del día, controlando las emociones y las conductas de la persona enferma. Las terapias para tratar la anorexia deben ir modificando la fuerza y la gravedad de estos pensamientos y sentimientos negativos. Un punto muy importante a trabajar es la distorsión corporal, ya que la paciente se ve mucho más gruesa de lo que está, viéndose incluso más grande mientras más va adelgazando. Esta distorsión se produce por el miedo a engordar, que afecta a la persona en gran medida. El tratamiento de la anorexia incluye siempre el trabajo de las conductas destinadas a perder peso, como es la restricción de alimentos, el ejercicio compulsivo o el uso de laxantes, diuréticos y quemagrasas.
Hospital de Día Anorexia

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Hospital de día para el bulimia

Otra enfermedad alimentaria muy frecuente es la bulimia. El tratamiento en un hospital de día para la bulimia consiste también, como en el caso de la anorexia, en realizar primeramente un vínculo de confianza con la paciente que facilite el que la persona pueda explicar sus problemas al equipo clínico. En las etapas iniciales del tratamiento de la bulimia es importante que se vaya reduciendo la cantidad de atracones y vómitos que la paciente realiza diaria o semanalmente. Esto se consigue con un buen trabajo terapéutico a nivel emocional, cognitivo o de pensamiento, y trabajando mano a mano con el entorno familiar y de pareja, los cuales son una excelente fuente de información y apoyo para los pacientes.  Otro factor que ayuda mucho a combatir el impulso de comer compulsivamente para luego vomitar es realizar una alimentación equilibrada y bien distribuida a lo largo de la jornada. Por eso, la reeducación de hábitos alimentarios que se realiza en hospital de día para tratar la bulimia es una herramienta fundamental para que la paciente pueda controlar estos impulsos autodestructivos. El trabajo con la distorsión corporal y  las conductas destinadas a perder peso es similar al comentado en los casos de anorexia nerviosa.

Hospital de día para el trastorno por atracón

Un trastorno que suele pasar mucho más desapercibido que la anorexia o la bulimia es el trastorno por atracón. Y esto es porque suele confundirse con una obesidad por otros motivos, ya que la persona realiza los atracones a escondidas muchas veces o realiza picoteos disimulados con una frecuencia muy elevada a lo largo del día. El abordaje que se realiza en hospital de día con el trastorno por atracón es muy intensivo, ya que los pacientes que lo padecen suelen presentar mucha resistencia al cambio. La terapia pasa, como siempre, por un buen vínculo con la paciente, un trabajo de las causas emocionales que la llevan a realizar los atracones. El trabajo por lo tanto de los sentimientos y pensamientos negativos es importantísimo para prevenir las conductas de comida compulsiva en estas pacientes. En el tratamiento del trastorno por atracón es importante la modificación de hábitos alimentarios y el irlas conduciendo hacia una dieta sana, equilibrada y sin restricciones ni excesos, así como mejorar las relaciones con la familia.

Hospital de día para el ortorexia

Recientemente han ido apareciendo nuevos trastornos alimentarios, y por lo tanto trastornos mentales que han de tratarse como tales. Cada vez se va solicitando más tratamiento de la ortorexia,  que es un trastorno alimentario que consiste en una extremada obsesión por comer lo más sano posible, tanto que se convierte en algo patológico y que ocupa casi todo el pensamiento y actividades de la persona. El tratamiento de hospital de día de la ortorexia tiene por objeto sobre todo analizar las causas emocionales y problemáticas diversas que han llevado a la persona a desarrollar este trastorno mental. También es muy importante que la persona vaya incorporando conocimientos adecuados y funcionales sobre la alimentación que ha de llevar diariamente, e ir modificando las conductas desadaptadas que presenta, como por ejemplo estar pendiente varias horas al día del valor nutritivo de los alimentos, no permitirse alimentos por placer sino sólo por su supuesto valor, llevar a cabo rituales rígidos y obsesivos con la alimentación y desplazar una buena parte de su tiempo y energías a la alimentación, como sucede en la totalidad de los trastornos alimentarios.

Hospital de día para el vigorexia

Otro trastorno cada vez más generalizado en las sociedades industrializadas y avanzadas económicamente es la vigorexia, la vigorexia consiste en una obsesión por tener un cuerpo cada vez más musculado, más perfecto y con el mínimo nivel de grasa posible para que la musculatura sea más fácil de visualizar. Se realizan cada vez más tratamientos en hospital de dia para la vigorexia, ya que es un trastorno que también genera muchas emociones negativas,  distorsión corporal, viéndose la persona insuficientemente musculada a pesar de estar muy voluminosa,  pensamientos negativos, conductas obsesivas y ejercicio físico compulsivo para modificar el cuerpo. El tratamiento para la vigorexia consiste incialmente en la retirada de los productos químicos, de gran riesgo para la salud (tales como prepadados a base de proteinas más o menos puras, hidratos de carbono, etc), que toman muchas de las personas que padecen este trastorno. El trabajo intensivo que se realiza en el hospital de día permite la gradual modificación de la obsesión relacionada con el cuerpo, enseñar al paciente a estimarse por otros factores que no sean solamente su cuerpo, e ir trabajando las causas emocionales, tanto individuales como del entorno, que han llevado a la persona a padecer este trastorno alimentario.

Hospital de día para el obesidad infantil

La obesidad infantil es un motivo de consulta cada vez más extendido en nuestro país, adquiriendo también proporciones de epidemia. Estos problemas suelen estar causados por unos deficientes hábitos de alimentación, que incluyen comidas rápidas con una carencia de nutrientes esenciales y un exceso de grasas perjudiciales y de azúcares de absorción rápida, añadidos muchas veces a una ausencia de ejercicio físico, y en muchas ocasiones por un problema psicológico, que lleva al niño o niña a comer compulsivamente y con ansiedad. El tratamiento que se realiza en hospital de día para la obesidad infantil tiene que ver con averiguar las causas emocionales, familiares, académicas y del entorno en general del niño. El tratamiento para la obesidad infantil también incluye un amplio trabajo con la familia, reeducación de hábitos alimentarios, modificación de las actitudes y conductas de sedentarismo, y terapia individual y terapia de grupo de los factores psíquicos que han llevado al paciente a presentar este trastorno.

Hospital de día para el reeducación alimentaria

Una de las terapias más útiles de un hospital de día especializado en trastornos alimentarios es el tratamiento de reeducación alimentaria. En el hospital de día la reeducación alimentaria consiste en guiar al paciente hacia la modificación de hábitos alimentarios que pueden ser negativos para su organismo y para sus estados emocionales. Estos hábitos disfuncionales se van sustituyendo por una alimentación equilibrada, bien distribuida a lo largo del día, y que contenga todos los nutrientes esenciales para las características del paciente en concreto. Es muy importante enseñar a la persona el valor nutricional de los alimentos, las necesidades básicas diarias y semanales de cada grupo de alimentos y cómo han de combinarse para tener una dieta sana y equilibrada. Todo esto ha de llevarse a cabo sin que el paciente lo convierta en una obsesión y sin que conlleve rigidez o rituales en torno a la comida. Precisamente, uno de los objetivos principales del hospital de día en cuanto a la reeducación alimentaria es el ir eliminando, progresivamente, manías y formas estereotipadas y patológicas de comer.

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